Ximo Puig y Mónica Oltra, campeones de la mentira

A día de hoy sólo queda un reducto en donde los ciudadanos no son libres de hacer lo que les venga en gana: la Comunidad Valenciana. Aunque vaya a levantarse el toque de queda esta semana, es la única autonomía que lo ha mantenido un mes después desde que se levantara el estado de alarma a nivel nacional. Ni siquiera los jueces lo han tumbado como sí ha ocurrido en el resto de los lugares donde sus dirigentes políticos, siempre de la izquierda, quisieron mantenerlo.

Sin embargo, aunque se levante el toque de queda, ni la hostelería, ni el turismo, ni el ocio nocturno, ni los ciudadanos gozarán de plena libertad para abrir al completo los interiores de lo locales, tomarse un café en la barra del bar o marcarse un baile.

Y ahí es donde reside la trampa trilera del presidente Ximo Puig y de su lugarteniente Mónica Oltra con la anuencia del respetable y de muchos de los medios de comunicación que amamantan del presupuesto público. “Entre tomase cañas y salvar vidas, hemos optado por lo segundo”, decía recientemente Oltra.

Nada más falso que la realidad. Ni el Gobierno socialcomunista de la Comunidad Valenciana ha sabido proteger su economía, ni tampoco ha sabido proteger a sus ciudadanos, y sigue sin hacerlo. Vaya a la página web del Instituto Nacional de Estadística, visite su espacio dedicado al Covid-19 y de ahí acceda al apartado de defunciones. Podrá comprobar cómo a día de hoy la Comunidad Valenciana es el lugar donde más sigue disparado el porcentaje de fallecidos de España respecto al año pasado.

El número de muertes entre los valencianos es un 11% mayor que el de hace un año. En Madrid, la cifra ¡¡ha caído la mitad, con un descenso del 41%!! La tasa de defunciones también tiende a la baja en el resto de comunidades.

Nos hicieron creer que se estaba manteniendo el toque de queda para salvar la campaña turística de verano y no era así. Incluso para ocultar los datos reales de muertos decidieron anunciarlos en diferido. Unos cientos hace unos meses y otros cientos para después, vergonzosamente escondidos en el cajón, para ser comunicados de forma paulatina cuando la media de fallecidos fuera descendiendo por la campaña de vacunación.

Puig es el alumno aventajado de la propaganda sanchista. Decenas de periodistas repiten como cacatúas el mantra oficial de que la Comunidad Valenciana es donde la incidencia del coronavirus es la más baja de España y por no sé cuántas semanas consecutivas. Nueva trampa.

El Gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra, además de encabezar el ranking de dudoso honor de fallecidos en 2021, lidera el de menos PCRs realizados entre su población. Efectivamente, así los números para los titulares les salen. A menor número de tests, menor incidencia de la enfermedad. Por cada diez pruebas que la Comunidad de Madrid realiza entre sus ciudadanos, la Comunidad Valenciana hace la mitad.

El riesgo de morir en la Comunidad Valenciana actualmente es el más alto de toda España. Con una población de 5 millones mueren más personas que en la Comunidad de Madrid con 7 millones de habitantes. Lo llamativo de todo ello es que buena parte de la sociedad valenciana siga instalada en la arcadia feliz, como muchos de sus dirigentes políticos y empresariales, que no han salido a la calle para reivindicar sus derechos a vivir con la misma libertad que sus vecinos manchegos, andaluces o madrileños. Debería ser la gran reivindicación del PP valenciano con una maquinaria pendiente de engrasar y con unas bases

La pasividad, el inmovilismo y la apatía explican que los sondeos electorales sigan dando a Ximo Puig una mayoría lo suficientemente amplia como para seguir gobernando y convertir a la Comunidad Valenciana en la nueva Andalucía, en el nuevo feudo socialista.